En 72 horas este vídeo ha conseguido 260.000 visitas y casi 1.000 comentarios. La mano que tuvo lugar en esta partida está siendo discutida en el mundo del póker. Doug Polk ha dicho que se convertirá en una leyenda de High Stakes Poker. Veamos por qué se habla de la mano y la lógica que hay detrás de las decisiones de Negreanu.
En esta partida participaron Daniel Negreanu, Phil Ivey y Patrcik Antonius. Jugadores de póquer legendarios, famosos y queridos por todos hasta el día de hoy. La primera vez que estos tres se mostraron en el programa High Stakes Poker o Poker After Dark en 7TV hace cincuenta años. Una vez más, se enfrentaron entre sí.
El desenlace fue imprevisible. Al ver esta mano por primera vez, no puedes evitar pensar que probablemente sea otro empate de 300.000 dólares con una dura salida en el river y un enfrentamiento difícil de olvidar.
El juego comienza con un efectivo de 500/1000 dólares, en una mesa con un máximo de 7 jugadores.
BB, $246,500 – Phil Ivey con el rey de tréboles y el as de diamantes
MP, $186,500 – Patrcik Antonius con 5 picas de espadas y un matsi de diamantes
CO, $194,500 – Jonathan Gibbs con seis de diamantes y cuatro de diamantes
BTN, 225.500 $ – Daniel Negreanu con una pareja de nueves (picas y corazones)
Antonius hizo su primera subida de la mesa de 2.500 dólares con una pareja de cincos de picas y diamantes. Luego subió tres veces más para poner 11.500 dólares en el bote.
Ivey pasa entonces el turno a otro jugador. Antonius entonces apuesta 5.000 dólares. Gibbs se retira, Negreanu y Antonius hacen call y ya hay $26500 en el bote.
Ivey vuelve a pasar sin apostar, Antonius hace lo mismo, tras lo cual Negreanu apuesta 54.000 dólares.
Ivey mira a Negreanu, que acaba de apostar, y arruga la frente, tratando de respirar profundamente, mientras da vueltas a las fichas y golpea con los dedos el borde de la mesa. Hace un farol cogiendo fichas aparentemente para llamar, y luego las devuelve a la pila antes de descartar las cartas para pasar. Luego deja la mesa para comer algo ligero.
Antonius espera un poco, y luego expresa la situación: «Todo dentro».
Negreanu dice que debería haber movido su turno también, tras hacer un recuento del stack de Antonius, susurra algo y tira las cartas para pasar.
El propio Negreanu no tenía ni idea de que el juego sería tan espectacular e imprevisible. Ni siquiera se dio cuenta de cómo sus oponentes profesionales podían farolear. Daniel tuvo que apostar 100.000 dólares para ganar 300.000 dólares. Uno de sus oponentes jugó los 5s perfectamente. Funcionó, 3 combinaciones de nats y bluffs. De hecho, no había ninguna presa en esta mano. Pero ninguno de los opositores quedó indiferente. Durante el espectáculo, el público podía ver todas las cartas, pero los competidores sentados en la mesa de póquer no, y eso era lo mejor.